El arte como sabemos no solo debe ser
complaciente, también debe conmover, provocar y ojalá ser capaz de detener un
instante al espectador e invitarlo a reflexionar en un “paisaje” no
tradicional, un paisaje que cuenta una historia o una critica a nuestra propia
esencia de humanos, paisajes internos, muchas veces de rabia, sexualidad y
locura…nada muy lejano a nuestra naturaleza, pero que muchas veces intentamos
ocultar como al sol con un dedo.
Artista de Chile